Quizá algún día no recuerde ni mi nombre y no me reconozca en los espejos; me falten las palabras y también el tacto que habré robado, atesorado con el tiempo.
Quizá al leerme envidie la vida de aquella que escribía, si me leo como el que lee a una extraña, y por eso no quiero dejar que pase un día sin escribir sobre ese ayer que ya ha corrido y se ha esfumado, como todos los “ayeres”, pero distinto.
Quiero dejarme aquí las risas, los gemidos aún calientes, las miradas que al devolver reflejos intimidan, asustan y estremecen; quiero ponerle las letras a las preguntas, los abrazos, a tu mano cogiéndome del brazo cuando me preparaba para huir; guardar bajo candado tu respiración sobre mi nuca, tu cuerpo entero buscándome, ya dormido, (prefiero no preguntarme si sabías que era yo…), tus besos en silencio, tus dedos reptando por mi boca y tirándome del pelo; quiero pintar la luz de los balcones diciéndonos “es real, o al menos lo parece, justo ahora”, tu cuadro en la pared, que es otro “tú”, observando, las almohadas revueltas, tu espalda y mis caricias, mi espalda con tu pecho, el suelo mojado (como siempre) y tú entregado sin brechas (como pocas veces).
No quiero olvidar. Por eso quiero dejar constancia de esta noche, porque es de ésas que me hacen sentir afortunada, y sé que llegará el día en que necesite recordarlo.
4 comentarios:
Sonia, vas a más, cada dia mejoras, bonito y sentido escrito, con ALMA, CORAZÓN Y VIDA, mucha VIDA- Escalofrios al leerlo. Gracias de nuevo.
Gracias a ti por leerme y comentar. Por cierto, me has recordado a Los Panchos... jeje. Un abrazo!
Jejeje, pues sí, esta tarde vi llover, vi gente correr y no estabas tú.....No dejes de escribir nunca, el talento, que no el talante (penoso), está de capa caida......Besos.
Quien olvida su pasado, tiende a repetirlo, por eso y aunque para atras ni para tomar impulso, aprender de las cosas malas pasadas para no repetirlas en el presente y descartarlas para el futuro....
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