Métrica libre (o asalvajada, según se mire).

Y amor. Y dolor también.
Y soledad.
Y la luna, cada noche, plantada en mi cabeza.



domingo, 2 de octubre de 2011

Encadenados

Sin violines esta vez, sólo lenguas de trapo empapadas en alcohol de quemar.

Quemando la angustia al ver la arena corriendo en los relojes y no saber atraparla con las manos.


Con las manos ciegas, atando cabos sueltos sin éxito aparente, ni resolutivo, al menos.

Menos de algunas cosas y más de algunas otras (que ni tú ni yo entendemos de medidas).

Medidas drásticas, remedios improvisados a males antiguos, aún latentes.

Latiendo tú, bajo mi cabeza revuelta, que escucha tambores de guerra sin violines.

Sin violines esta vez, sólo lenguas de trapo silenciando las miradas de siempre.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡Qué triste y qué real!!!.

Sonia Bartolomé dijo...

...

gabby dijo...

me ha encantado...!
y con ganitas de tu presentación ;)

Sonia Bartolomé dijo...

Gracias linda, espero veros allí, besazo!