Métrica libre (o asalvajada, según se mire).

Y amor. Y dolor también.
Y soledad.
Y la luna, cada noche, plantada en mi cabeza.



domingo, 14 de agosto de 2011

Sopas de letras "sans serif"

Llevabas paracaídas, pero no me lo dijiste.
Querías tenerme allí, tumbada en el suelo, con medio cuerpo fuera entregado al abismo, cogiéndote de una mano para que no cayeras, gritándote en silencio “¡no te vayas!”
Vi cómo se precipitaban algunas de las cosas que guardaba en los bolsillos, haciéndose más pequeñas, alejándose de mí, perdiéndose, perdiéndome.

Y caíste, con la sonrisa en los labios, victorioso.



Cuando me empuja la nostalgia, me acerco de puntillas al borde de aquel abismo donde, a falta de ti, guardo nuestras sopas de letras sans serif.
Cojo aire, salto y me sumerjo, leo y releo sin prisa. Allí no hay tiempo.
Ni siquiera es necesario respirar.

En mi última incursión recuperé la cordura, lo último que vi caer, abismo abajo, justo detrás de tu cuerpo y me doy cuenta…

Tú presionaste el play. Yo te miraba amante, agradecida.
Tú esquivabas llamaradas. Yo te rozaba las manos con dulzura.
Tú acumulabas premios y pasabas de pantalla. Yo te abrazaba fuerte, como si supiera que no podría hacerlo siempre.
Tú te llevaste el premio. Yo sonreía ingenua, conteniendo los pliegues delatores en mis labios.

Llevabas paracaídas, pero no me lo dijiste… y yo buscándote sin tregua, culpándome, maldiciendo a aquella niña que inventó la trampa que la hizo presa.
Y yo buscándote sin tregua…
Y yo buscándote…

Nunca te volví a encontrar. Me encontré yo,
en la última inmersión nocturna en nuestras sopas de letras sans serif.

Y desde entonces, cuando alguna noche tira piedras la nostalgia en mi ventana,
yo recreo aquella escena, diferente.

Te veo colgando de mi mano, a ras de suelo, gritándote en silencio “¡has de marcharte!”, dejando que te caigas para siempre.
Luego me doy media vuelta (con la sonrisa en los labios, victoriosa)
mientras susurro para mí, sin que me oigas:

Cuánto te di de más,
Cuánto te quise…
Cuánto gané sin ti,
Cuánto perdiste…

(Llevabas paracaídas…
No lo abriste.)



2 comentarios:

Anónimo dijo...

El paracaidas es necesario cuando no sabes como vas a aterrizar....Un beso y animo con la escritura.

Sonia Bartolomé dijo...

Pero... ¿se sabe alguna vez? ;)