Métrica libre (o asalvajada, según se mire).

Y amor. Y dolor también.
Y soledad.
Y la luna, cada noche, plantada en mi cabeza.



miércoles, 23 de noviembre de 2011

Submarina

No sé si espero tu carta, aquella que debiste meter bien arrugada en la última botella de ron, y se quedó enganchada entre corales, submarina.

No sé si espero una disculpa o al menos una explicación, de ésas que siempre te inventas, en las que se tropiezan torpemente los planetas y al final la gravedad es la que tiene toda la culpa de lo nuestro. Yo asiento, mastico y trago.
Qué más me da que me mientas otra vez…

No sé si espero que te ruborices al mirarme, de vergüenza, o que te escondas y no encuentres quién te cubra, porque yo soy el espejo que te escupe a la cara lo que nunca fuiste, ni estás siendo.

No sé si espero que recuerdes que una vez, que se hizo larga, te esperé.

En realidad sí lo sé, y no lo espero.

Nunca he esperado (ahora tampoco) que lo entiendas.

Sólo espero poder disimular la pena que te tengo, quién me lo iba a decir,
por saberte tan lejos y tan pobre.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lejos y Pobre... Ese soy yo. :)
Que tal ? Precioso texto.

Sonia Bartolomé dijo...

Muchas gracias! Desde dónde escribes?

Anónimo dijo...

Desde la luna... ;)